Uno de los deportes que más éxito está teniendo en la última década es el pádel. Cada día hay más clubes donde practicarlo, más pistas en polideportivos, y poco a poco son más las urbanizaciones que destinan algún terreno para ubicar una cancha. A pesar de tener un origen elitista, en la actualidad el pádel se ha convertido en una práctica deportiva apta para todos los bolsillos, que permite pasar un rato en compañía de los amigos, ejercitando nuestro cuerpo y mejorando nuestra salud.

Los orígenes de este singular deporte se remontan al siglo XIX, cuando los tripulantes de barcos ingleses jugaban con una pelota y una pala de madera contra las paredes de metal de los navíos, para hacer más ameno el viaje. El paso del tiempo hizo que esta práctica se extendiese por tierra firme, hasta que en los años 70, un mejicano llamado Enrique Corcuera, construye la que será la primera pista de pádel moderna en su casa. En España, la entrada de este deporte se produjo gracias a Alfonso de Hohenlohe, amigo de Enrique, quien manda construir la primera cancha en un club marbellí. A partir de este momento, la práctica del pádel se extendió por todo el territorio de forma imparable.

Una de las razones principales que ha motivado su éxito es la facilidad de juego, tal y como confirma Francisco Javier Abellán, director de Padel.info: "no es un deporte que requiera conseguir un alto nivel de técnica para disfrutar jugando, por eso es una práctica que engancha. Incluso uno mismo puede aprender, mejor o peor, sin necesidad de un monitor". Al jugarse en una pista de dimensiones más reducidas que en el tenis, no es necesario tener un gran fondo físico.

La edad, afirma Abellán, tampoco supone un impedimento: "el rango de edades que abarca a los practicantes de pádel, tal vez sea el más amplio de todos los deportes más conocidos y practicados". Además, la cantidad de dinero que tenemos que invertir a la hora de iniciarnos en el pádel no es muy grande, ya que tenemos palas desde 30 ¿en adelante, que pueden servir perfectamente para realizar nuestros primeros pinitos. El alquiler de una pista tampoco resulta un desembolso económico elevado, y menos aún si tenemos en cuenta que el gasto se divide entre cuatro participantes.

La práctica del pádel, como cualquier otro deporte, es un beneficio para nuestra salud. No sólo incrementamos nuestro fondo físico, sino que, en palabras de el director de Padel.info, "también mejoramos nuestra coordinación de movimientos, ya que el juego se basa en desplazamientos cortos de piernas, tanto laterales como hacia delante o hacia atrás, coordinación de ambos brazos para golpear correctamente a la bola, y lectura anticipada de la próxima jugada, para una correcta situación dentro de la pista".

Las lesiones no son tan frecuentes como en otros deportes, pero aún así pueden aparecer en determinadas situaciones. La mayoría de ellas se deben a una mala postura a la hora de golpear a la pelota, aunque también debemos andar con cuidado para no torcernos algún tobillo o golpearnos contra las paredes del fondo. Francisco Javier Abellán asegura que "la forma más sencilla de prevenir cualquier lesión de importancia es calentando antes de cada partido y haciendo estiramientos al finalizar el mismo. También ayudaremos a prevenir lesiones mejorando nuestra técnica en la ejecución de determinados golpes".

El pádel es un deporte que se puede practicar durante todo el año, y además es muy fácil hacerlo en compañía de amigos y familiares. Si llevas tiempos queriendo hacer ejercicio y no sabes por dónde empezar, te animamos a que lo pruebes. Pero, mucho cuidado, porque engancha.